Con la pantalla bajo el brazo

A estas alturas, sabiendo ya que Internet ha ido evolucionando poco a poco hasta llegar a ser lo que es hoy y qué peligros puede entrañar, mis compañeros de clase y yo hemos elaborado un dipity sobre lo que, a nuestro parecer, han sido los grandes hitos de la historia de la red:


No obstante, no hay que olvidar que la consolidación y generalización del uso de este medio (pdf, ver página 8) ha sido fruto de la evolución de los diferentes soportes que han ido permitiendo la consulta e intercambio de información de forma cada vez más rápida y sencilla.

De esta manera hemos dejado ya de depender de algunos dispositivos electrónicos bastante arcaicos como el audiotex (aún vigente, aunque adaptado a los nuevos tiempos) o el videotex, del que luego nació el teletexto, con las mismas limitaciones gráficas pero con una vía de acceso mucho más común que ya no precisaba de adaptador o conversor de señal y que le ha permitido vivir más de dos décadas: la televisión. Hoy en día, con cualquier aparato que tenga conexión wi-fi, es posible acceder a Internet.

Pero la cosa no queda ahí. La evolución de los soportes parece ser algo imparable hasta el punto de que, desde hace unos años, se viene hablando con cierta normalidad de lo que podría ser el futuro de la difusión de contenidos: el e-papel.

Esta variante digital de las hojas de papel, cuyo antecesor más directo fue el e-book (por el que siguen apostando compañías como Amazon) está siendo la apuesta de muchas empresas para llegar a una solución coherente que termine con el debate prensa digital versus prensa en papel. Precisamente, en 2007 se abre la primera fábrica de e-papel en Alemania y LG Philips crea una edición en color de este soporte.

¿Estamos asistiendo, entonces, al nacimiento de la nueva forma de leer el periódico? ¿Dejaremos de ver a la gente con sus diarios impresos bajo el brazo por la calle? ¿Nos pasaremos todos al papel electrónico?

Personalmente y sabiendo que puedo equivocarme, yo creo que sí. ¿El motivo? Muy sencillo: hoy todos dependemos de dispositivos portátiles a través de los que trabajamos, nos informamos y nos relacionamos. Por eso, si las generaciones futuras siguen este camino, estarán más acostumbrados a manejarse con links que a pasar páginas y, algo aún más importante, tendrán una mayor dependencia de la actualidad, de lo instantáneo.

No dudo que a la prensa escrita le queden cualidades para competir con una pantalla pero, en los tiempos que corren, empiezan a valorarse más cuestiones como la facilidad de almacenamiento de contenidos en menos espacio, la rapidez de acceso y actualización, etc.

(foto de KNK)

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