¿Crisis?

¿Está el periodismo en crisis? ¿Va a cambiar todo de forma irremediable?

No, no hay que ser alarmistas ni pensar esto, aunque sí tenemos que ser realistas y aceptar que esta profesión está evolucionando. He aquí la clave: evolución.
Es cierto que con las nuevas tecnologías han surgido más medios y ha aumentado la competencia respecto a las vías tradicionales de difusión informativa; sin embargo, no debemos empeñarnos en pensar que unos soportes acabarán sustituyendo a otros sino que debemos concebirlos todos como válidos y apostar por la adaptación de cada uno de ellos en función de su tecnología.

Tal y como aclara el presidente de la FAPE, Fernando González Urbaneja en un artículo de La Verdad, la prensa escrita, por ejemplo, no desaparecerá. Eso sí, irá evolucionando.

Hoy en día vemos como siguen habiendo seguidores de todos los medios y la prensa escrita, lejos de desaparecer, sólo necesita ir evolucionando hacia formas más visuales, como hace Público en su edición impresa (pdf).
No obstante, los blogs y demás medios digitales tampoco gozan de total inmunidad ante las críticas de los usuarios, que suelen dudar de la credibilidad de éstos al estar muchas veces elaboradas las informaciones por particulares. Precisamente es esa falta de credibilidad la que hace que muchos están en contra hoy de los periodistas ciudadanos.

Cada vez son más los que tienen un miedo infundado hacia este periodismo 3.0, miedo que también deberíamos ir borrando de nuestras mentes, pues basta con leer el artículo antes mencionado para darnos cuenta de que Urbaneja tiene toda la razón cuando dice que todos los ciudadanos pueden ser emisores de información pero que su elaboración como noticia es algo muy costoso -y ahí es donde entra la labor del periodista, añado yo-.

Por lo tanto, visto que lo único necesario es que el proceso de adaptación de cada medio siga su rumbo, no debemos lanzarnos a pronosticar el éxito de los blogs ni el fracaso de los periódicos. La cosa es más sencilla aún: dediquémonos a difundir (los periodistas) y consumir (el público) una información de calidad; pues, independientemente del medio a través del que se difundan las noticias lo más importante es que éstas sigan elaborándose en función de los criterios tradicionales del periodismo, que esos no cambian.

(foto: González Urbaneja, por Petezin)