Estamos infoxicados

Cada día visitamos decenas de páginas web, leemos miles de palabras, escuchamos otras tantas canciones y vemos gran cantidad de vídeos, fotos, banners, spams...
Pero no sólo eso. Cuando uno acaba su recorrido habitual por las webs que más le interesan y a las que acude habitualmente, empieza a revisar el correo, a actualizar su delicious o twitter, a ver cuánta gente ha entrado en su cuenta de flickr, etc.
Vaya, que vivimos rodeados de información a todas horas.

En este sentido, si bien es cierto que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos recibimos cientos de miles de datos independientemente de que nos interesen o no, también es verdad que esto acaba produciendo en nosotros un efecto de saturación informativa (no dejéis de ver las Ciberescrituras de la Coctelera) que supera a nuestra capacidad de asimilación y que se conoce como infoxicación.

Realmente, esto es una consecuencia normal que se deriva del propio funcionamiento de esta sociedad de la información en la que vivimos y que genera millones de datos por segundo, pero ¿hasta qué punto puede influir negativamente la infoxicación en nuestro aprendizaje e información diaria?
Han sido muchos los autores que han teorizado sobre el tema para intentar responder a la cuestión , sin embargo yo me quedaría concretamente con lo que opina Scott Lash, defensor de la comunicación ante todo, perfectamente resumido por los chicos de CiberAmérica.

Lash, además de lo que se recoge en la web antes nombrada, explica que el problema de la infoxicación surge porque la capacidad de atención y asimilación que tiene nuestro cerebro es limitada y se ve saturada ante una sobreinformación continua. Por eso cada contenido debe especializarse en función del público receptor y adaptarse al medio de difusión que usa.


También es interesante la reflexión que se hace de este fenómeno en el sitio de Perogrullo, que recoge las ideas que 20 Minutos ya publicó (cuyo enlace han borrado y no existe actualmente).

En fin, que cada vez nacesitaremos más información para poder comprender las cosas como este fenómenos siga desarrollándose, pero que nadie se equivoque: que haya mucha información no significa que tengamos más conocimientos.